Ante una Unión Europea que crea más paro que puestos de trabajo, que elabora reformas favorables para los patronos y degradación de las condiciones y situación de los trabajadores;

una unión europea que proclama que el euro reduce la inflación mientras los pueblos sufren el aumento del coste de la vida, de los alimentos, medicinas, transporte público, petróleo, gasolina…;

una Unión Europea que pretende defender la paz, pero crea un ejército europeo ligado a la OTAN, y que lleva a cabo guerras para proteger las inversiones de las empresas europeas en el mundo;

una Unión Europea que dice defender sus Estados miembros, al mismo tiempo que construye un Estado supranacional que gobierna mediante dictados;

una Unión Europea que exige la libre circulación de la mano de obra, pero destila xenofobia y reacción para dividir a la clase obrera;

una Unión Europea que pretende ser la salvaguardia del medio ambiente, pero permite que las multinacionales contaminen, saqueen los recursos naturales y exporten a África los residuos contaminantes;

una Unión Europea que no acepta que los pueblos manifiesten su oposición a ella, como hizo el pueblo danés en 1992 y 2015, al igual que el pueblo irlandés en 2008, el pueblo francés y el de los Países Bajos en 2005, y el del Reino Unido en 2017 (Brexit).

Con un Parlamento Europeo tras el que se camufla la oligarquía financiera, en la que disputan los partidos tradicionales de la austeridad y los partidos populistas que desarrollan la demagogia social y propagan el chovinismo y el racismo.

Ante semejante Unión Europea, los pueblos y trabajadores de los países europeos gritamos: ¡Alto, ya basta! No creemos vuestras mentiras: no podéis ni queréis transformar esta Unión de monopolios europeos en nada que sea favorable a los trabajadores, a los pueblos, a la juventud.Los hechos demuestran lo contrario. La Unión Europea es un tinglado imperialista, neoliberal, belicista, al servicio de los monopolios y de los ricos.

Defender a la Unión Europea y sus valores, que son los de la oligarquía financiera, no es una protección contra las fuerzas de extrema derecha, nacionalistas y fascistas, no es una cooperación internacional ni un trabajo común con otras naciones que permitiría librarse de la dictadura de los monopolios de la Unión Europea y de otros grandes monopolios.

En muchos países se dan protestas populares, huelgas y manifestaciones contra las consecuencias de la política de la UE y de los gobiernos de los Estados miembros. Apoyamos esas protestas y manifestaciones, en las que participamos activamente. Defendemos el derecho de todos los pueblos y naciones a la soberanía y a decidir su futuro.

Mas eso no se logrará metiendo una papeleta en las urnas de las elecciones al Parlamento Europeo en mayo de 2019.

Impulsemos la solidaridad internacional y combatamos la política nacionalista y chovinista.

 

Partidos y organizaciones europeos de la CIPOML (Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas)

Febrero de 2019