Desde el día 13 de octubre, la plantilla de LANTERO, empresa de fabricación de cartón ondulado de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), está en huelga indefinida para oponerse  a un ERE que pretende el despido de 12 trabajadores fijos y la no renovación de otros 20 eventuales

 que tienen derecho a pasar ser indefinidos, en cumplimiento de los acuerdos que en su día firmó el Comité de Empresa trás otras huelgas con victoria que implicaron también mejoras sustanciales en materia económica y de seguridad y salud laboral; la empresa, con una prepotencia que no acaba de superar a pesar de las derrotas sufridas en anteriores conflictos ,contrató a guardias de seguridad armados y con perros peligrosos, para crear un clima de amedrentamiento pero  sólo ha conseguido hacer el  ridículo, dilapidar dinero y ayudar a generar una impresionante  ola de solidaridad con los trabajadores en su ciudad y comarca, y también en las demás empresas del grupo en otras localidades de Galicia y España.

El comité de Empresa, casi en su totalidad militantes de clase de CCOO, y la inmensa mayoría del personal tienen un dilatado historial  de  firmeza  e inteligencia en la lucha, así como de apoyo activo con las luchas de otras empresas y sectores (construcción, conserva, metal  etc., etc…). La Empresa ha ofertado estos días retirar el actual ERE y presentar otro más adelante, en un intento  de romper la unidad y la solidaridad para que se  retome la actividad  laboral. La respuesta en Asamblea ha sido unánime:  NO A NINGÚN  ERE  Y  MENOS CON DESPIDOS; O TODOS O NINGUNO.  Pero además, la asamblea ha introducido otro elemento de reivindicación: No habrá final de huelga si no se producen dimisiones en la dirección de la Empresa,  por “fraude en los datos económicos, por recurrir a las pistolas y los perros  convirtiendo la empresa en un Guantánamo”. En  estos términos  se expresó esta posición en los medios informativos con una gran repercusión.

Esta huelga tiene el apoyo decidido de los concejales de EU en Vilagarcía  y del diputado de AGE en Santiago Juan Fajardo. Pero el conflicto tiene además implicaciones sobre recalificaciones de terrenos que afectan al grupo constructor ACS y que obligan a que la lucha se centre también en presionar al alcalde del PP para que no haya recalificación  a urbanizable del antiguo terreno de la fábrica mientras la Empresa no respete los acuerdos de estabilidad en el empleo firmados tiempo atrás.  Atentos a esta lucha y adelante las muestras de solidaridad.