Por un sindicato a la ofensiva con propuestas y movilización

El próximo año se celebrará el XI Congreso Confederal de CCOO en un contexto económico, político y social muy preocupante para las trabajadoras y trabajadores y para el conjunto de las capas populares. Los duros ajustes auspiciados por las instituciones internacionales y practicados con entusiasmo por los distintos gobiernos, han mostrado el fracaso de un modelo de crecimiento al servicio de un capitalismo sin escrúpulos que genera más desigualdades, exclusión social e injusticias. Un modelo económico que antepone los intereses del capital a los derechos de las personas y que están suponiendo recortes inaceptables en el escaso estado del bienestar.

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Desde el VI Congreso de CCOO, hace 20 años, el Sector Crítico ha recorrido un largo camino, no exento de dificultades, exclusiones y represión incluidas, pero también de propuestas, aportaciones críticas y denuncias de la actuación de CCOO, cuando ha sido necesario, al objeto de que el capital moral e ideológico acumulado por el sindicato con el esfuerzo y la lucha de tantos miles de militantes no se dilapidara con el conformismo y retroceso de la democracia y la participación.

En aquel ya lejano VI Congreso se elaboró un documento de alternativas analíticas, programáticas y organizativas que considerábamos necesarias para articular la defensa de las trabajadoras y trabajadores y, más allá de esto, la defensa de una sociedad más justa, libre y solidaria. Hoy seguimos considerando que aquellas formulaciones siguen teniendo plena vigencia con las lógicas adaptaciones tras los cambios sociales producidos.

En este tiempo hemos tenido importantes diferencias, algunas de gran calado, con los acuerdos tomados por la mayoría confederal: estrategia seguida en el diálogo social que validaron acuerdos, en nuestra opinión lesivos para la mayoría de las trabajadores y trabajadores; la posición sobre el Pacto de Pensiones, la posición del “experto” nombrado por el Sindicato aceptando un informe absolutamente lesivo, o los Acuerdos de Negociación Colectiva, aceptando duros ajustes salariales sin que la patronal se comprometiera realmente a crear empleo. Algunas de las enmiendas presentadas por el Sector Crítico en el X Congreso y que fueron rechazadas, como la necesidad de constituir una banca pública al servicio de la ciudadanía, sin ánimo de lucro, con funcionamiento ético y controlada democráticamente, tiene hoy más sentido si cabe. Fue un grave error de la mayoría confederal, defendido con gran vehemencia, que esperemos pueda corregirse. Tampoco corrieron mejor suerte aquellas que apostaron por la profundización en los sistemas de democracia interna y participación, ni las referidas al sistema público de pensiones.

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En estos momentos se hace aún más necesario poner todos los medios a nuestro alcance para recuperar el mejor sindicato de clase para los trabajadores y trabajadoras, lo que incluye, para nosotras y nosotros, entre otros, los siguientes aspectos:

  • Avance y profundización en los comportamientos éticos y democráticos que demanda el conjunto de la sociedad. La participación de CCOO en cualquier órgano institucional o de administración de las empresas debe ser objeto de control, dirección y seguimiento por parte de la organización. La transparencia e información pública de todos los procedimientos de gestión, documentación y recursos sindicales debe ser la práctica de CCOO.
  • Nuevas formas de enfocar la concertación y el diálogo social, que no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para avanzar y conquistar derechos. La  imposición de políticas regresivas por parte de los gobiernos, al dictado y con el apoyo del poder económico y financiero, ha significado el fracaso del diálogo social como vía de freno y equilibrio frente a la crisis.
  • Si analizamos los diferentes acuerdos alcanzados en los últimos años ninguno de ellos ha supuesto mejoras significativas para los trabajadores y trabajadoras, incumpliéndose, además, los supuestos compromisos del Gobierno y de las organizaciones empresariales como contrapartida a los sacrificios salariales y de pensiones acordados. En su lugar impusieron las durísimas y regresivas reformas laborales de 2010 y 2012, el recorte sustancial de los derechos en materia de pensiones, la reforma de la negociación colectiva y la reforma de la Constitución. Todo ello ha debilitado los derechos de la población asalariada y ha desequilibrado todavía más las relaciones laborales en beneficio del poder empresarial.
  • Para el Sector Crítico,las sucesivas reformas laborales, llevadas a cabo por los gobiernos del PSOE y del PP, no pueden aceptarse como cambios irreversibles y definitivos. El derecho al trabajo y la negociación colectiva han sido destruidas, por lo que la acción sindical tiene cada vez más dificultades de operar, convirtiendo al sindicato y a las representaciones unitarias en la empresa en meros intermediarios de las decisiones inmodificables de la dirección, al darle a ésta un poder discrecional casi absoluto.

d71c4a27-e8d5-4b00-9484-3ba7ffe37bbeEstas son las consecuencias cuando se abandona la movilización, se negocia desde la debilidad y la afiliación no es informada puntualmente de las negociaciones.

Ahora se impone una estrategia de acumulación de fuerzas para reformar el E.T. y el marco normativo en su conjunto para conseguir ganar espacios para la negociación colectiva, la participación para incidir en la organización y en las condiciones del trabajo. Esto significa disputar la generación de nuevos derechos, colectivos e individuales y recuperar los antiguos que permitan avanzar en el territorio de la empresa disminuyendo su opacidad antidemocracia actual.

  • Menos “posibilismo” y una mayor “transformación social” como objetivo. Debemos recuperar el sindicalismo como herramienta indispensable de cambio social y de solidaridad de clase. El Sector Crítico reafirma su defensa de una estrategia a la ofensiva de acumulación de fuerzas en base a movilizaciones generales, unitarias, contundentes y sostenidas, incluida la Huelga General, que ayuden a una legitimación de la actuación representativa y de liderazgo del sindicalismo de clase.
  • Recuperar la militancia sindical en los centros de trabajo y en las estructuras de CCOO. El Sector Crítico de CCOO considera que el sindicato y cada uno de los miembros que ostentan responsabilidades debe ser un ejemplo de conducta cívica, legítima y honesta. El refuerzo de la democracia, la transparencia en la gestión, la participación de la afiliación, la dación de cuentas, el control de la dirección sobre el modo de hacer de los representantes de CCOO, son los medios para conseguir un sindicato transparente.
  • Más democracia y participación de la afiliación en la vida diaria sindical y en especial en la toma decisiones. Es necesario avanzar hacia un sistema que facilite y amplíe la participación de los afiliados y afiliadas en la toma de decisiones. La participación es la base sobre la que se construye la corresponsabilidad y el sentimiento de pertenencia a una organización. La toma de decisiones por parte de la afiliación o de todas/os las/os trabajadoras/es debe ser obligatoria en temas de gran importancia. El sindicato debe asumir el compromiso de no firmar ni avalar ningún acuerdo, convenio, ERE, etc., sin una consulta vinculante a los trabajadores, o al menos, a la afiliación. Igualmente serán sometidos a consulta los acuerdos de Diálogo Social, como los referidos a la Negociación Colectiva o a las Pensiones.

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