JCE (m-l)

 

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JCE (m-l)

Del 3 al 6 de agosto, una delegación de la JCE (m-l) compuesta por tres camaradas ha podido disfrutar y participar de un genuino encuentro internacionalista en el campamento organizado por nuestros camaradas y compañeros alemanes y austriacos en el lago Attersee.

Hemos tomado partido en diferentes actividades y seminarios de tipo cultural, ideológico y organizativo, aprendiendo de las luchas de nuestros camaradas y compañeros. Gracias a ello, comprendemos más acertadamente su situación, obstáculos, soluciones y audacias. El campamento ha resultado ser todo un éxito organizativo, un ejemplo inspirador. 

Asimismo, hemos compartido apuntes sobre la situación política, económica y social de España en una charla que resultó muy interesante para nuestros compañeros. 

Volvemos de Austria cargados de ímpetu revolucionario, ideas nuevas, vivencias impagables y el deseo de reforzar los lazos internacionalistas que nos unen.

¡Larga vida al internacionalismo proletario!

 

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J. Fernández y M. Campeny

En los últimos meses han salido a la luz varios casos de infiltrados policiales en diferentes movimientos y organizaciones sociales de Barcelona, Valencia y Madrid. En concreto, los policías infiltrados se habían metido en centros sociales okupados, sindicatos de estudiantes, asociaciones feministas y ecologistas… Los artículos publicados en La Directa y El Salto describen muy bien el proceso y la actividad de estos agentes, pero no responden a una pregunta fundamental: ¿por qué?

Según la Ley Orgánica 9/2015 la policía “tiene como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana”. Ahora bien, ¿qué derechos y libertades protegen al cargar contra manifestantes, desahuciar a familias, apalizar inmigrantes… y demás crímenes que cometen como parte de su actividad cotidiana?

La policía no es un ente neutral que vela por los intereses de todos, sino que protege y asegura los derechos y libertades de la clase dominante. No protege al trabajador frente al empresario que le explota, ni a los inquilinos frente a los fondos buitres que les desahucian, ni a los vecinos que protestan contra la gentrificación o especulación en los barrios… Es decir, la policía es, ante todo, una herramienta para mantener en pie el capitalismo. Esto se puede extender al Estado en sí mismo. Es desde esta óptica desde la que tenemos que entender las infiltraciones recientes.

 

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 Lucía Ugalde

Un breve ensayo sobre cómo acostumbramos a entender la disciplina y las consecuencias nefastas que este error puede tener sobre nosotros.

El peor de los vicios en el que podemos caer los comunistas es aquel que se desprende de la monumental tarea de la que decidimos encargarnos un día tras otro. Somos analíticos: deseamos comprender el mundo, pero no para dominarlo; sino para liberarlo, porque además somos buenos. Diseccionamos con pulso de cirujano el tejido de la realidad, quitando una capa tras otra y uniéndolas de nuevo y así vemos al monstruo respirar entre bocanadas asmáticas. Lo que somos nos viene heredado de mucho antes de nuestro nacimiento: así de grande es nuestro propósito, que ni siquiera cabe en nuestro cuerpo.
En los cinco años que llevo militando he visto a muchos camaradas y excamaradas que llevan su tarea como quien construye una cadena. Meten abnegadamente un eslabón tras otro, esperando que repitiendo una misma acción que ya fue hecha antes por los espectros del pasado, esta acabe resultando en un golpe letal que pueda matar al demonio de una vez por todas. Se creen disciplinados, pero sin saberlo son anticomunistas. Son anticomunistas porque los comunistas son buenos y aman a la humanidad más que a cualquier ídolo o dios, son anticomunistas porque creen que la disciplina es dura, como el golpe de cinturón de un padre; cuando realmente es dulce, como su abrazo.

 

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Álvaro Heredia

Los camaradas de la JCE (m-l) y el Partido de Salamanca, como cualquier organización comunista que se brega en entornos juveniles y estudiantiles, asisten a los parones por navidad, los recesos de los exámenes, los trabajos, etc. A menudo, en lo que respecta al Colectivo Republicano, el cual fundamos e impulsamos actualmente, hemos sufrido las acometidas de los frenazos mencionados. En el pasado, toda nuestra lectura, por inexperiencia (y tal vez complacencia) giraba en torno a que «estas cosas pasan». No negamos en la actualidad la vigencia de dicha frase, sino que la concebimos en su justa medida el realismo de que hace gala. En otras palabras, ahora no nos contentamos con decir que «estas cosas pasan», sino que aspiramos a recuperarnos de periodos de inactividad y reimpulsar el Colectivo.
¿Cómo hacerlo? El primer ingrediente gira en torno a la empatía con los compañeros que se ausentaron, las relaciones afectivas entre militantes de una misma causa. El segundo alude a la necesidad de un empuje que solo los comunistas podemos inculcar a un proyecto. El tercero, a ponernos manos a la obra con la reactivación del Colectivo.

 

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Álvaro Heredia

Lidiar con las frustraciones ligadas a la militancia y la organización representa un obstáculo para el desenvolvimiento de los jóvenes comunistas. Su desarrollo teórico y práctico, de hecho, puede verse entorpecido por desánimos propios del “no nos sale nada” o “si es que la gente pasa”. Hace varios meses, abordamos en un artículo dicha problemática y dedujimos que, más allá de ofuscarnos, hemos de analizar material y dialécticamente el contexto de, por ejemplo, los jóvenes estudiantes: tras ello, trazamos conclusiones que obedecían al clima posmoderno y desmovilizador que aqueja a buena parte de la juventud y la arrastra a las fauces del inmovilismo. Precisamente, poseyendo este análisis y aplicándolo a la realidad, lograremos poco a poco transformarla. He aquí, grosso modo, el proceder adecuado para superar los retos y artimañas con que el capital espolvorea y desarma a los explotados del mañana.
¿Para qué recordar el artículo que referencia el primer párrafo? No se trata de jactancia por un análisis correcto, sino de la rutina y la lucha mismas de cada militante en su centro de estudio. Así, al examinar las piedras en el camino de los jóvenes comunistas, considero que existen dos procederes que nos permiten sortearlas:

 

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JCE(m-l) Madrid

La desmedida presencia policial de la mañana del martes 24 de enero en Ciudad Universitaria no consiguió que el nombramiento de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, como alumna ilustre por parte del Rectorado de la Universidad Complutense de Madrid fuese pasado por alto por los estudiantes y trabajadores madrileños.
Una docena de furgones de la UIP, enviados por la Delegación del Gobierno del PSOE y Podemos, cortaban desde primera hora de la mañana la avenida Complutense, principal arteria de la Ciudad Universitaria, frente a la Facultad de Ciencias de la Información, lugar donde se celebraría el nombramiento. Así, se imposibilitó tanto la manifestación frente a la facultad —tuvo que realizarse unos metros más alejada de la entrada debido al cordón policial— como el acceso de los propios estudiantes de la misma a sus aulas. La Policía Nacional solicitaba el carnet de estudiante para acceder al edificio; una práctica que, no obstante, no pareció aplicarse a los fans acérrimos de Ayuso que estudiaban en otro campus, Somosaguas.
Las fuerzas de seguridad no solo intentaron increpar —sin éxito alguno— a los estudiantes, sino que avasallaron a preguntas a cualquiera que rondase por la zona, inclusive profesores acerca de los cursos que impartían o sus meras intenciones cruzando la avenida en la que se encontraba el cordón, en numerosas ocasiones impidiendo su paso o desviándolo innecesariamente. Ante esta situación, instamos a todos los miembros de la comunidad universitaria —profesores, estudiantes, PAS, etc.— a denunciar pública y judicialmente a los responsables de esto, y animamos a todos a organizarnos para evitar que vuelva a ocurrir algo así.

Hace 7 años, una fracción liquidacionista dio un golpe a nuestra organización en un contexto político y organizativo ciertamente complicado. Esto, unido a las consecuencias de la erupción ciudadanista, repercutió en una debilidad palpable de nuestra Juventud.

Inmediatamente después, comenzó un periodo de reconstrucción que dura hasta nuestros días, respecto al cual nuestro último Congreso representa un elemento fundamental. Durante los últimos 6 años hemos conseguido recuperar terreno, consolidado organizaciones en multitud de puntos de nuestra geografía y avanzado enormemente en nuestra capacidad organizativa. Igualmente, no podemos obviar lo necesaria que ha resultado la guía y ayuda de los camaradas del Partido, sin los cuales probablemente no estaríamos en el punto en que nos encontramos hoy.

Hemos avanzado mucho, pero seguimos lejos de estar satisfechos con el nivel de nuestra organización, que aún adolece de numerosos problemas y carencias. Actualmente, nuestro Partido está creciendo a través de la JCE (m-l), en influencia y en militancia. Cada vez son más los jóvenes que se acercan a la Jota y se encuadran en ella, por lo que debemos aclarar una serie de cuestiones.

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JCE (m-l) de Salamanca

Con frecuencia, a lo largo del camino militante, nos asaltan dudas de carácter múltiple. Naturalmente, las resolvemos a través de la militancia individual y colectiva, mediante preguntas, debates y conclusiones que nos acerquen a la solución revolucionaria, correcta.

No obstante, los camaradas de Salamanca llamamos la atención sobre otro tipo de interrogantes: se trata de aquellos ligados a la práctica. Puede sonar extraño, ¿verdad? Una duda práctica no es tan sencilla de resolver por cauces aislados ni mecanismos estáticos: las soluciones supuestamente sencillas a problemas complejos jamás constituirán un comportamiento marxista-leninista. Es de recibo que a nadie le “chirríe” la afirmación anterior.
Ahora bien, ¿son todos los procesos e incomprensiones tan complejos? ¿acaso cualquier duda requiere una meditación de dos asambleas y una mañana ociosa? Nos preguntamos si, por ejemplo, establecer los parámetros de un reparto resulta tan complicado como para lastrar el desarrollo de una célula durante semanas. En definitiva, reflexionemos sobre los elementos que tendremos en cuenta para dicha tarea:

-Una fecha y un lugar estudiados cuidadosamente para coincidir con las condiciones objetivas más idóneas (mayor alcance de nuestra agitprop).
-Diseño e impresión de octavillas.

 

Nikos Zachariadis

 Javier Fernández

En 1949, tras la victoria de los monarco-fascistas en la Guerra Civil Griega decenas de miles de comunistas y sus familias se refugiaron en la URSS y en las Repúblicas Populares. Allí, unos años después, protagonizaron unos de los primeros enfrentamientos entre los revisionistas modernos y los marxista-leninistas.

Concretamente en Tashkent, capital de la República Socialista Soviética de Uzbekistán se estableció un gran número de refugiados, entre ellos Nikos Zachariades, Secretario General del Partido Comunista de Grecia (el KKE por sus siglas en griego). Allí, durante los siguientes años llevaron a cabo la enorme tarea de reorganizar el Partido en el exilio.

En 1953, tras la muerte de Stalin, los revisionistas que habían tomado el control del PCUS, encabezados por Jrushchov, comenzaron a intentar imponer su línea de “coexistencia pacífica con el capitalismo” en los Partidos Comunistas de otros países.
Al KKE, concretamente, le exigieron que cediera en 3 cuestiones de principios:
1) Que considerasen a Yugoslavia un país socialista.
2) Que se posicionasen contra Stalin y que escribieran artículos en Pravda criticando el culto a la personalidad.
3) Que apoyaran la liquidación de la Kominform.

 

P. Fernández

A lo largo de los últimos meses, la multinacional Amazon ha venido realizando obras para la construcción de un nuevo centro logístico en el polígono sierense de Bobes (Asturias), con la intención de que empiece a funcionar próximamente.
La noticia, que ha venido recorriendo los medios de comunicación asturianos desde que el Principado hiciese público el acuerdo con Amazon para la cesión de los terrenos del concejo de Siero a la multinacional, se presenta casi unánimemente como una gran noticia para Asturias; como una oportunidad de dinamizar la economía regional y como creadora de en torno a 2.000 nuevos puestos de trabajo.
Sin embargo, ¿qué hay detrás de la instalación de Amazon en Siero? Resulta complicado saberlo con seguridad, entre otras cosas, debido al contrato de confidencialidad que el Principado de Asturias (a través de Juan Cofiño, vicepresidente del gobierno autonómico) suscribió en enero de 2021 con la multinacional, cuya filial europea está radicada en el paraíso fiscal de Luxemburgo (considerado así por el Fondo Monetario internacional u organizaciones como Oxfam).

 

CAROLINA MARÍN Y JAVIER FERNÁNDEZ

El 15 de noviembre de 1949 se estrenaba en Leningrado La canción de los bosques el oratorio compuesto por Shostakóvich para celebrar y promover la reforestación de los bosques soviéticos tras la 2ª Guerra Mundial.
En octubre del año anterior se había aprobado el “Gran Plan Stalin para la Transformación de la Naturaleza”, con el objetivo de establecer millones de hectáreas de bosque en las desoladas estepas del sur de Rusia y restablecer aquellos que habían sido perdidos en la guerra, así como el de construir canales de irrigación y presas hidroeléctricas. Los soviéticos siempre tuvieron el cuidado de la naturaleza como una de sus preocupaciones principales, si bien durante los periodos más duros (Guerra Civil Rusa, 2ª Guerra Mundial, etc.) no pudo ser efectiva.
Los primeros años del poder soviético fueron especialmente duros, tanto para la población, como para el propio medio ambiente. Los bolcheviques nacionalizaron todos los bosques del país, una medida indudablemente necesaria. Sin embargo, las penurias impuestas por la guerra provocaron que el gobierno soviético no tuviese realmente la capacidad para administrarlos y organizar la producción de madera y demás bienes provenientes de los bosques.

 

JCE(m-l) de Castilla-León

Desde la JCE (m-l) advertimos que este verano los incendios, tanto en Castilla y León, como en otros puntos de España, ocupan espacio en tertulias, telediarios y conversaciones diarias.
Las imágenes de cultivos arrasados y viviendas calcinadas son portada día tras día, mientras las cámaras de televisión luchan entre sí por retratar las lágrimas del agricultor arruinado.
Esa misma prensa es la que nos muestra el efecto de un incendio como si de un fenómeno divino se tratase: da la sensación a menudo de que no existe responsabilidad administrativa o legal alguna sobre este drama, que, sí, por supuesto que tiene causas y consecuencias. Las causas, que se achacan vagamente al cambio climático, como si hablásemos de algo incontrolable, jamás las relaciona el periodismo oficial con la pasividad de los gobiernos regionales respecto a los montes, su cuidado o limpieza, cuando no el abandono. Poca o ninguna referencia existe en cuanto a las condiciones laborales inhumanas a las que se enfrentan bomberos, militares y personal de emergencias.

Esos mismos tertulianos que ponen el grito en el cielo por unos hielos, culpando de ello al “comunismo”, cuando se trata de los incendios, no buscan responsabilidades, sino que se limitan a decir: “qué terrible, qué pena”.

 

Este verano, del 29 de julio al 7 de agosto, nos reunimos con más de 300 jóvenes de todo el mundo en el Campamento Internacional de la Juventud, que tuvo lugar en el idílico lago Attersee, en Austria. Este campamento, organizado por nuestros camaradas alemanes y turcos, reunió a centenares de jóvenes de sus organizaciones de masas, así como a las distintas delegaciones internacionales de diversas organizaciones juveniles de partidos de la CIPOML.
Tras la apertura del campamento y la presentación de las diversas delegaciones, se dio paso a un programa que combinaba conferencias sobre diversas cuestiones que orbitan a la juventud, talleres y actividades lúdicas.
Nombramos algunas de las conferencias:
-La situación de la clase trabajadora joven en tiempos de crisis
-Cambio climático: ¿Es posible un capitalismo verde? La destrucción del medio ambiente como una cuestión internacional.
-Guerra y conflictos interimperialistas: ¿Es la UE una fuerza de paz?, ¿Alemania como una potencia mundial?
-Fascismo: El estado alemán y el terror fascista.

 

JCE(m-l)

A finales del pasado agosto ha tenido lugar en Mangirón (Madrid) una nueva edición del Campamento Republicano Antifascista y Antiimperialista organizado por la JCE(m-l). Ha sido un fin de semana marcado por la convivencia y la creación de lazos; por el debate y por el ocio. No sólo se han reunido los camaradas del territorio nacional (Andalucía, Asturias, Castilla y León, Galicia, Madrid y País Valenciano). También hemos contado con la presencia de multitud de simpatizantes que han enriquecido la experiencia y la conversación; así como la de camaradas de Alemania —de la DIDF-Jugend y la Internationaler Jugendverein, respectivamente— y Francia, que nos hablaron de su propia situación y nos convencieron aún más, si cabe, de la importancia del compromiso internacional que llevamos siempre por bandera.
Una vez presentado el campamento y a los camaradas internacionales, la tarde del viernes estuvo ocupada por el visionado del documental Ucrania en llamas (2016), de clara tendencia nacionalista prorrusa. A sabiendas de esto último, el debate generado más tarde sirvió para desmenuzar y desenmascarar su argumentario para acabar reafirmándonos en nuestra posición: la de que no hay, ni en el Euromaidán ni en la guerra ruso-ucraniana, ningún bando posicionado con la clase obrera, que sale como una víctima de ambos.

 

Diana Díaz

“Este movimiento se ha vuelto tan capitalista(…) No creí que tendría que sentarme treinta y dos años después y básicamente quejarme del hecho de que se hayan convertido en capitalismo. Este ya no es mi orgullo, yo les di su orgullo, pero no me han dado el mío”. Con estas palabras, Sylvia Rivera, importante activista de los derechos LGTBIA, denunciaba en 2.001 la absorción del “orgullo” por parte del capitalismo. Este fenómeno, es lo que poco después se llamaría “capitalismo rosa” o “pinkwashing”.

Con este término, se pretendía dar nombre a una serie de prácticas llevadas a cabo por el capitalismo para lavar su imagen, una cortina de humo “rosa” donde esconder la explotación y la opresión que le son inherentes.
Cuando nos explican que es el pinkwashing nos hablan de “las empresas usando simbología del colectivo, o haciendo uso de una representación de muy mala calidad, para satisfacer sus intereses”.

JCE (m-l) Elx

El estudio y la formación teórica de los jóvenes comunistas es una tarea primordial, pero en ocasiones se confunde cómo desarrollar esta labor.

Hemos repetido innumerables veces que la formación teórica debe ir siempre ligada a la práctica, mas también debe ser íntegra. Es decir, los jóvenes comunistas debemos tener conocimientos de todos los ámbitos que se engloban en la sociedad, aunque sea a un nivel genérico sobre determinados temas muy específicos o técnicos. Nos referimos a la literatura, la música, las artes plásticas, la ciencia, la filosofía, etc. También sobre temas de actualidad y que sean de preocupación para nuestra clase y entorno. En ocasiones nos encontramos a jóvenes comunistas que subestiman, o incluso abandonan, el conocimiento de estas materias, sin darse cuenta de la importante capacitación ideológica y política que estas nos pueden proporcionar. ¡Como si no hubiera que plantear batalla en el espacio cultural! ¿A caso no se difunde ideología de la clase dominante en el cine, la música, la literatura o la prensa? ¿Acaso la burguesía no hegemoniza el pensamiento ideológico a través de todos estos mecanismos?

Lucía Ugalde

Hace más de 100 años, en 1910, se declara en Dinamarca, impulsada por Clara Zetkin, la celebración del día Internacional de la Mujer Trabajadora, propuesta apoyada de forma entusiasta por las delegadas de la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas.

El 8 de marzo conmemora la lucha llevada a cabo por las costureras de Nueva York, que en 1857 pelearon valientemente por la subida de salarios y reducción de las jornadas. No fue ni la primera ni será la última manifestación de combatividad protagonizada por mujeres trabajadoras. Las reivindicaciones de las obreras seguirán sucediéndose mientras haya un enemigo de clase contra el que arremeter y derechos por conquistar. Ejemplos actuales y más cercanos de estas luchas son la de las camareras de piso (las kellys), las limpiadoras del Hospital Reina Sofia, las conserveras de Cantabria y Galicia o las jornaleras de Huelva.

¿Qué nos encontramos cuando escuchamos las reivindicaciones de estas trabajadoras? Condiciones de vida y de trabajo dignas.

J. Fernández

El 16 de febrero la asociación de estudiantes Hypatia organizó una charla en la facultad de ciencias físicas de la Universidad Complutense de Madrid, en la que participó nuestro camarada Juan Morales. Allí, abordamos cuestiones jurídicas enormemente importantes, como los tipos de contrato o las leyes aplicables en cada caso.

No obstante, puesto que los sindicatos ya las analizan a través de folletos y guías extremadamente útiles (por ejemplo, esta de CCOO), quiero centrarme en algunas de las cuestiones más políticas que se trataron.

La primera de todas señala que la precaria situación de los estudiantes en prácticas no se da por error o por despiste de las universidades o centros de FP, sino que responde a la lógica de la acumulación capitalista, a la fuerza motriz de la sociedad en la que vivimos.

 

Álvaro Heredia

De continuo, miramos el Tuiter, las noticias de Google, el Instagram de… Después, en la comida, puede que, en un acto masoquista, pongamos el telediario: la vigésima variante del COVID, los mismos tertulianos que, hace dos meses, sentaban cátedra sobre el volcán en La Palma –y luego se especializaron en macrogranjas– ahora dilucidan sobre cómo Rusia planea atacar Ucrania. El hecho de redactar este párrafo ya resulta estresante y su contenido, prescindible.

¿Cómo nos conducimos ante lo que recogen las líneas anteriores? Claramente, constituyen una estratagema más de la prensa burguesa para desviar nuestra atención de las cuestiones importantes: ¿cuándo hablaron por última vez esos voceros del capital sobre que la pandemia acentúa la lucha de clases, así como las diferencias entre los países con más recursos y sus colonias económicas? ¿Reflexionan en vivo sobre las dificultades de las pequeñas explotaciones ganaderas para salir adelante frente a oligopolios que copan las ayudas de la PAC? ¿Mencionan las condiciones materiales de existencia inaceptables del pueblo ucraniano, al que el nacionalismo no para de echar la soga al cuello? De hecho, al plasmar los análisis anteriores, también corremos el riesgo de caer en la trampa de la burguesía: que estemos más preocupados por un conflicto diplomático imperialista que por la situación de la clase trabajadora en Ucrania y Rusia, o por la negociación del convenio de los trabajadores de Nissan en Ávila. Igualmente, una erupción volcánica copa nuestro interés al tiempo que una banda de fascistas ha empapelado un barrio obrero con su propaganda.

 

Rodrigo Hernández

Cada vez es más común ver a la infancia en los grandes medios participando en concursos u opinando de distintos temas. Estos casos se han acrecentado desde el activismo realizado por la entonces menor de edad Greta Thunberg, ya que resulta más convincente un discurso dado por una niña que el de una adulta formada y versada en el tema.

Se vende bien el mensaje de una niña pequeña e inocente es capaz de resolver un conflicto social en el que los adultos se pierden. Así los medios utilizan a la infancia para sus fines. Pero cuando ocurren estos fenómenos de discurso social y político por parte de la infancia es relativamente sencillo desenmascarar que hay intereses detrás y es obvio quiénes les dan voz y a qué propósito sirven. Sin embargo, es más curioso el caso de los Reality Shows donde estos niños y niñas participan y se expresan por sí mismos sin servir a un discurso desde un principio. Recientemente, se hizo viral la participación de una niña en el programa Master Chef Junior que hablaba con un vocabulario muy rico y una actitud más acorde a un joven emprendedor en una situación acomodada que de lo que tendemos a pensar cuando hablamos de infancia.

 

Pedro Villa

Los días 4 y 5 de diciembre se celebró en Madrid el Congreso de la Juventud Comunista de España (marxista-leninista), un congreso al que llegamos todos los militantes con gran expectación e ilusión de, por fin, llevar a término un paso necesario para la evolución de nuestra organización.
Fue muy notable el ambiente con el que se desarrollaron los debates, un ambiente de camaradería, sin teoricismos innecesarios pero con argumentos de alto nivel, propuestas e intervenciones ligadas a la práctica y al mundo real, y en el que todos los militantes, así como los simpatizantes invitados, pudieron enriquecer y enriquecerse a través de la discusión colectiva.

Por la mañana del sábado se abrió el congreso con la intervención de un camarada miembro del Comité Coordinador saliente, y, tras la creación de la mesa y la lectura de los saludos de las organizaciones y partidos hermanos, iniciamos el trabajo y los debates sobre los documentos congresuales, que se prolongaron hasta el atardecer del domingo, tras los que se eligieron los nuevos órganos de dirección, y, posteriormente, se hizo un acto de cierre del Congreso, con un discurso del camarada Álex, camarada de la Juventud y el Partido, y de Agustín, miembro del Secretariado de nuestro Partido. Este fue un acto en el que la camaradería fue la tónica, que sirvió para reforzar los lazos entre nuestros militantes, de una forma más distendida e informal.

Álvaro Heredia

Cualquier militante de la JCE (m-l) se ha encontrado en la situación siguiente: cuenta con la táctica y la estrategia adecuadas, pero las masas no participan de estas (o quizá muy escasamente). Esta circunstancia resulta frustrante, tanto por el aislamiento que representa, como por la impotencia que experimentamos a la hora de encontrar soluciones.

No es ningún secreto que el grueso de las masas se encuentra desorganizado y, en muchos casos, despolitizado. Es más, aquellos sectores de nuestra clase más conscientes y avanzados ideológicamente suelen participar en organizaciones y movimientos revisionistas, posmodernos, ciudadanistas, etc. Igualmente, una proporción enorme de estas personas concentra su actividad política, su “activismo”, según la jerga posmoderna, en luchas parciales, que rara vez forman parte de una cosmovisión que aúne las distintas corrientes y luchas que se enfrentan al modelo de producción capitalista. Naturalmente, el recorrido de estas corrientes, pese a sus buenas intenciones, adolece del carácter cosmovisionario que les permitiría constituir una amenaza para el capital, con lo que acaban diluyéndose, amoldándose a las vías parlamentarias y burguesas.