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Partido Comunista de España (marxista-leninista)

Una gigantesca marea humana, cientos de miles de personas tomaron el domingo 13 de noviembre las calles de Madrid al grito de sanidad pública.

Entre la música, cánticos y consignas de lucha, el bloque humano que recordaba a las gigantescas manifestaciones contra la guerra ha sido la prueba de que las clases trabajadoras de Madrid ya no soportan más a los politicastros que venden sus derechos al mejor postor; a los políticos venales que convierten su salud, la educación de sus hijos, la atención de sus mayores, y todos los derechos que conquistaron contra el fascismo, contra los González, Aguirre, Ayuso; los miserables canallas que han hecho de los servicios públicos la base de sus negocios y el gozne de sus puertas giratorias.

Ayuso recibe hoy una lección que no puede ignorar, por mucho que tanto ella como sus compinches de la “organización criminal” PP traten de desacreditar la histórica movilización con argumentos tan ridículos como provocadores, diciendo que “el 99% de los madrileños no la han apoyado”.

Esta demostración de fuerza, de rabia, de poder de un pueblo en pie contra la prepotencia, la chulería y el latrocinio de su gestión, es también un bofetón en la cara de quienes se esconden tras los votantes para sostener a una Presidenta Autonómica que en medio de una pandemia se permitió el lujo de decir que Madrid era “el Reino de la libertad frente al comunismo”, pero también de quienes se olvidan de su propia responsabilidad, la incapacidad de su política reformista y su empeño en limitar el problema a un cambio de gestores, como hace todo el abanico de la oposición parlamentaria madrileña, desde el PSOE hasta Más Madrid, ocultando el papel de un Estado, de un régimen, que legaliza y fomenta la privatización (ahí siguen, vigentes, tanto la Ley General de la Sanidad de 1986, y la Ley 15/97), la explotación de la oligarquía y la impunidad de miserables fascistas y reaccionarios.

Un grito de la manifestación resume el sentimiento general de los cientos de miles de personas que hoy tomaban Madrid: “el pueblo unido jamás será vencido”.

Que tomen notas los malnacidos, pero también los cobardes.