DOCUMENTOS

Celebramos nuestro III Congreso de este nuevo período de existencia del Partido, tras su reconstrucción en 2006, en medio de una dura situación política y social. Tras siete años de crisis capitalista y brutales recortes de derechos, la amenaza de nuevas agresiones se cierne sobre nuestra clase, sin que haya síntoma alguno de remisión efectiva del paro y la miseria, pese a los augurios y fanfarrias del Gobierno.

Estimados amigos y compañeros, estimados camaradas:

Acabamos de celebrar el III Congreso del Partido en su nueva época, en el que hemos elegido una nueva dirección a la que se incorporan camaradas jóvenes y con probada conciencia de clase.

El III Congreso del PCE (m-l) en su nueva época (VIII de su historia) dirige su saludo a los camaradas de las organizaciones hermanas de la Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxistas-Leninistas, a todos los comunistas del mundo, al conjunto de la clase obrera y a los pueblos.

Los días 6, 7 y 8 de diciembre se ha celebrado en Madrid el IX Congreso del PCE (m-l). Desde su convocatoria se han venido celebrando reuniones de las distintas organizaciones para debatir los documentos presentados por la dirección de nuestro Partido que, una vez aprobados, serán la guía para el trabajo de todas las células y comités.

Como se señala en el Informe General presentado por el Comité Ejecutivo saliente y aprobado tras el debate por los delegados, a lo largo de los cinco años transcurridos desde la celebración de nuestro anterior Congreso los cambios en todos los órdenes, tanto en el plano nacional como en el internacional, se han sucedido a gran velocidad y el imperialismo ha exacerbado las contradicciones sociales hasta el extremo: una ínfima minoría oligárquica impone su dominio en todos los ámbitos, mientras paga sus crisis la mayoría social y con particular dureza el proletariado, que afronta una degradación sin precedentes de su situación económica y social.

IX Congreso del PCE (m-l)

Cada vez con mayor visibilidad, es perceptible, a escala global, el avance de las posiciones fascistas, tanto como el fracaso de las recetas socialdemócratas, reformistas y populistas, que niegan la necesidad de la revolución y el papel histórico del proletariado. Este proceso tiene también, desde luego, su expresión en nuestro país: la celebración de elecciones generales el pasado 10 de noviembre, por cuarta vez en cuatro años, es reflejo de ello. Y, una vez celebradas, va quedando claro que, como hemos señalado públicamente, lejos de resolverse los problemas del régimen, estos se han agudizado, polarizando y dispersando más aún el campo de la burguesía.

Sin que las graves consecuencias de la última crisis económica se hayan visto en absoluto resueltas para el proletariado y los pueblos, las perspectivas de una nueva contracción están llevando a una agudización de las contradicciones interimperialistas. La guerra comercial entre EEUU y China, y el aumento de las tensiones entre ambas potencias en todos los continentes, con el concurso asimismo de Rusia, hacen que no se pueda descartar ni siquiera una conflagración mundial. La creciente agresividad yanqui en América Latina, en particular, es una expresión particularmente clara de este incremento de las tensiones entre las distintas potencias por el control de los mercados y las materias primas, y supone también un agravamiento de la contradicción entre el imperialismo y los pueblos, que afecta en especial a países como Brasil, Chile, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia y Perú, y que está hallando una respuesta popular creciente en toda la región.

La mujer en España ha alcanzado a lo largo de los últimos 40 años una serie de conquistas y de derechos legales que la situación de crisis económica, social y política ha impedido que se hagan realidad. El avance del fascismo acrecienta el riesgo a la involución y a la pérdida de derechos conquistados.

El movimiento feminista debe poner en el centro de la lucha todo lo que tiene que ver con la reproducción, porque es su mejor arma para organizarse a partir de las cuestiones materiales de vida, ya que la lucha contra el capitalismo es una batalla que se despliega, fundamentalmente, en el terreno material, no en el psicológico, ni en el educativo, ni en el moral, aunque estos sean aspectos importantes.

La JCE (m-l) ha empezado a dar en estos últimos años pequeños pasos, que como los pasos del niño que comienza a andar han sido a veces inseguros, con errores, traspiés y torpeza, pero pasos necesarios para aprender a andar por uno mismo. Con la guía del Partido, hemos pasado de ser una Juventud golpeada y muy falta de militancia a, en el día de hoy, tener una organización que comienza a levantar la cabeza con orgullo y es el embrión de una verdadera organización fuerte y grande.

Somos conscientes de nuestra debilidad orgánica, de las carencias ideológicas, organizativas y de experiencia. Pero también somos conscientes de nuestra fuerza, que empieza a notarse, que comienza a ser fuerte especialmente en ciertos núcleos, y somos conscientes del potencial que muchos de nuestros jóvenes camaradas comienzan a mostrar. En conclusión, queremos afirmar que los objetivos que el anterior Congreso se planteó han sido cumplidos, y que nuestra organización ha dado un gran salto en cuanto al desarrollo, que, aunque desigual, es un hecho.

Por Sofía Ruiz

“Llegó un tiempo en que todo lo que los hombres habían venido considerando como inalienable se hizo objeto de cambio, de tráfico y podía enajenarse. Es el tiempo en que incluso las cosas que hasta entonces se transmitían pero nunca se intercambiaban; se donaban pero nunca se vendían; se adquirían pero nunca se compraban: virtud, amor, opinión, ciencia, conciencia, etc., todo, en suma, pasó a la esfera del comercio. Es el tiempo de la corrupción general, de la venalidad universal, o, para expresarnos en términos de economía política, el tiempo en que cada cosa, moral o física, convertida en valor de cambio, es llevada al mercado para ser apreciada en su más justo valor”. Carlos Marx, La miseria de la Filosofía.

En década de los 60, se produjo una profunda “revolución sexual” que puso en tela de juicio las reglas que gobernaban el comportamiento sexual y las relaciones sexo-afectivas, provocando la liberalización sexual femenina, debido a los cambios en la posición social de las mujeres y en el desarrollo de una anticoncepción efectiva.
Pero, como otras reivindicaciones de esos años, la libertad sexual se redefinió como libertad de mercado. Su consigna lo privado es publico dio paso a que el capitalismo mercantilizara, todo lo que la moral burguesa conocía como ámbito privado; y la identidad sexual, el deseo, la fantasía se transformaron en objetos de lucro de una industria que en la actualidad es la más poderosa a nivel mundial: la industria del sexo, que acabó con las formas tradicionales de organizar la prostitución para adquirir una mayor escala, concentración, normalización e integración en la esfera corporativa. La globalización amplia a escala planetaria la trata de mujeres para la explotación sexual, reduciendo la prostitución individual y “voluntaria”, a algo residual.

Comunicado de la Juventud Comunista de España (marxista-leninista)

Este año tenemos reválidas. Aquellas que fueron tan impopulares cuando se redactó la LOMCE  que fueron respondidas con las huelgas y movilizaciones masivas durante este curso, consiguieron que el Gobierno paralizara su aplicación pero con carácter provisional “mientras se lleven a cabo las negociaciones” que conduzcan a pacto educativo y, en última instancia, un nuevo marco legal.

¿Y esto en qué nos afecta?


-En la ESO, La LOMCE nos obligaba a aprobar una serie de exámenes finales sin los cuales no te daba el graduado. Ahora los exámenes no tienen efecto para conseguir el título y lo realizarán los centros que elija la administración. (será muestral, no censal)


-En Bachillerato, la selectividad era la prueba necesaria para acceder a la universidad. La LOMCE recogía que la reválida era obligatoria para conseguir el título, quisieras o no continuar tus estudios. Ahora será solo obligatoria para el acceso a la universidad y quedará como en la ESO, sin efecto académico para obtener el título de Bachiller.

Comunicado del Partido Comunista de España (marxista-leninista)

El ataque ordenado por el Presidente de Estados Unidos contra una base militar siria constituye una agresión que carece de cualquier justificación legal y viola los principios más elementales del derecho internacional. El pretexto es el supuesto ataque del ejército sirio con armas químicas contra la localidad de Jan Shijún, pero dicho acción no ha sido comprobada y, en cualquier caso, ningún país soberano, y Siria lo es, puede ser objeto de un ataque brutal como el sufrido en las últimas horas.
Los dos destructores desde los que se han disparado decenas de misiles forman parte del escudo antimisiles con sede en Rota, lo que convierte a nuestro país en protagonista directo de un acto de guerra contra un Estado que nunca ha tenido un comportamiento hostil contra España.

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Por Sofía Ruiz

“La «liberación» es un acto histórico y no mental, y conducirán a ella las relaciones históricas, el estado de la industria, del comercio, de la agricultura…” (Karl Marx y Friedrich Engels, La ideología alemana.)

La figura de Stalin y de su etapa al frente de la URSS ha sido objeto de una deformación sistemática, la mayor parte de las publicaciones occidentales han estado y están al servicio del combate de la burguesía contra el socialismo. En este combate contra el socialismo, la burguesía y sus aliados no han dudado en recrear la historia de la revolución de Octubre y de los bolcheviques cambiando el rigor histórico por una serie de tergiversaciones, mentiras y falsificaciones.
En la actualidad, el capitalismo está utilizando el feminismo como recurso para dividir a la clase obrera. Desde las poderosas Instituciones capitalistas se diseñan campañas por la igualdad. Las burguesías de los distintos países incorporan a su legislación leyes contra el maltrato, declaran en sus Constituciones la igualdad y la no discriminación por razón de sexo…pero la igualdad real no llega ni puede llegar bajo el capitalismo.

«Hoy día, muchos revisionistas tergiversan la historia para justificar políticas nacionalistas y colocar a los trabajadores bajo el paraguas de sus respectivas burguesías nacionales o regionales. Para combatir esas tendencias y llevar a cabo una lucha de clases consecuente, el Partido Comunista de España (marxista-leninista) considera necesaria una organización comunista única para todo el estado que sea capaz de unificar al proletariado en su conjunto, evitando que las diferentes burguesías lo arrastren hacia su terreno, enfrentando a los trabajadores de las distintas nacionalidades y regiones entre sí.»

[Descargar la Línea Política en PDF]

Madrid, 25-26 de junio de 2016  El Comité Central del PCE (m-l) ha celebrado su última reunión en unos momentos de gran incertidumbre política, en los que la repetición de las elecciones generales prueba la crisis que aún vive el régimen monárquico, claramente deslegitimado, mientras que a escala internacional asistimos a las tendencias propias de un capitalismo en crisis que profundiza las contradicciones interimperialistas.

En primer lugar, el agravamiento de la crisis económica, mientras el capital busca nuevas vías para crear “dinero basura”, retomando el crecimiento desbocado del sector especulativo (“financierización”), que anuncia nuevas sacudidas y sobresaltos. Y, como consecuencia de ello, la creciente inestabilidad política y el incremento de las luchas.

[Descargar el Informe al Comité Central]

«El Pleno analiza que entramos en unos meses decisivos en todos los terrenos, en los que la situación política aboca a una confrontación de clase abierta. Después de dos años de hegemonía de la ideología pequeñoburguesa en el campo popular, de presión del ciudadanismo, comienza a verse claro que la organización de los comunistas es esencial para dirigir la lucha política del proletariado y de las masas populares. Se trata de preparar al Partido, en fin, para estar a la altura de las necesidades: de conseguir un Partido más fuerte, más joven, más audaz.»

El Comité Central del PCE (m-l) ha celebrado su última reunión en unos momentos de gran incertidumbre política, en los que la repetición de las elecciones generales prueba la crisis que aún vive el régimen monárquico, claramente deslegitimado, mientras que a escala internacional asistimos a las tendencias propias de un capitalismo en crisis que profundiza las contradicciones interimperialistas.

Por Sofía Ruiz | Publicado en Octubre, nº 92

Este 8 de marzo, día de la mujer trabajadora, aunque la palabra trabajadora se ha omitido en la mayoría de las convocatorias, ha resultado muy rico en críticas y propuestas y también ha demostrado su capacidad para movilizar.

Aunque sigue manteniendo su supremacía el feminismo que se sitúa en reivindicaciones identitarias y culturales: la violencia, el pago igualitario y los derechos sexuales y reproductivos,y se aleja de las críticas económicas y estructurales. Este feminismo surgido en los años 60-70 y que identificamos como la segunda ola feminista, ha sido criticado desde distintos ángulos, pues su discurso ambiguo fue fácilmente asimilado por el neoliberalismo y transformado en su beneficio y en detrimento del objetivo feminista:

Por Sofía Ruiz | Octubre nº 91

«Los progresos sociales y los cambios de periodos se operan en razón directa del progreso de las mujeres hacia la libertad y las decadencias de orden social se operan en razón del decrecimiento de la libertad de las mujeres... porque aquí, en la relación de hombres y mujeres, del débil y el fuerte, la victoria de la naturaleza humana sobre la brutalidad es más evidente. El grado de emancipación de la mujer es la medida natural de la emancipación general […] Nadie resulta más profundamente condenado que el propio hombre por el hecho de que la mujer permanezca en la esclavitud.»

Marx y Engels, La sagrada familia

La historia de la lucha de las mujeres es también la historia de la lucha de clases. En la actualidad estamos en un periodo claramente regresivo, donde las políticas de austeridad y los recortes han generado una pérdida de derechos y un retroceso en las condiciones de vida de las capas populares. La crisis sigue golpeando con fuerza al conjunto de la clase trabajadora, como se refleja en las cifras de paro, desahucios y avance de la pobreza, que impactan en toda su crudeza en los hogares. Pero no afectan por igual a todos los miembros de la familia: se muestran más duros con los menores, que presentan más riesgo de pobreza, y con las mujeres, que asumen el trabajo derivado del recorte de servicios públicos, es decir las tareas de cuidado y atención a personas dependientes.

La caza de brujas

Por Felisa Giménez

Nuestro Partido está llevando a cabo un trabajo de elaboración teórica y debate en torno al trabajo que debe realizar la militancia comunista entre las mujeres, en línea con la labor emprendida por la CIPOML. La presente colaboración se inserta dentro de esta tarea de combate ideológico frente a las corrientes pequeñoburguesas y reformistas que, hoy en día, hegemonizan el movimiento de mujeres en nuestro país.

Desde el siglo XV, y, sobre todo, a lo largo de los siglos XVI y XVII, tuvo lugar un conjunto de cambios fundamentales para entender el proceso de construcción del Estado absoluto. Este Estado absoluto, materializado en las monarquías que se imponían sobre los señores feudales, laicos e incluso eclesiásticos, a nivel superestructural, se fundamentó en un cambio estructural de primer orden, es decir, en el nacimiento y desarrollo de un cierto capitalismo inicial.

El nacimiento del capitalismo se relaciona con los procesos de acumulación de capital. Una acumulación que se desarrolló no sólo a una escala territorial, sino a escala familiar. Y, para que este proceso tuviera lugar, fue necesaria la eliminación de aquellos sectores de la población que se resistían a la homogeneización cultural, propia de la monarquía absoluta moderna.

Comunicado del Comité Ejecutivo del PCE (m-l)

El derribo de un cazabombardero ruso por parte de las fuerzas aéreas turcas agrava aún más las contradicciones interimperialistas en la zona de Oriente Próximo. Este gravísimo incidente, unido a los recientes atentados de París y a las declaraciones del presidente Hollande afirmando que Francia está en guerra con el denominado Estado Islámico, está creando un clima de miedo y crispación en Europa de imprevisibles consecuencias. Ante la escalada bélica que se anuncia, el Partido Comunista de España (marxista-leninista) declara:

1) Los conflictos imperialistas son la consecuencia de las rivalidades generadas por la crisis económica del capitalismo, que, como en ocasiones anteriores, provoca una intensa lucha por la conquista de mercados y el control de las regiones ricas de materias primas. La clases obrera no debe dejarse manipular por las consignas nacionalistas de unos gobiernos que solo responden a los intereses de la oligarquía.

En República Dominicana, cuna de las hermanas Mirabal, tierra generosa por su maravillosa naturaleza y la calidez de su gente, nos reunimos mujeres de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, República  Dominicana, Ecuador, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela autoconvocadas y motivadas por el lema: “LAS MUJERES DE LATINOAMERICA Y EL CARIBE PRESENTES EN LA LUCHA POR NUESTRA EMANCIPACIÓN, JUNTO A NUESTROS PUEBLOS, POR LA LIBERACIÓN”.

Informe del Secretariado al Pleno ampliado del Comité Central celebrado el 13 y 14 de junio de 2015

[Descargar PDF]

«Consideramos, de hecho, que la crisis capitalista está desnudando a los ojos del proletariado la esencia del problema, la contradicción principal y antagónica en el modo de producción capitalista entre el estancamiento de las fuerzas productivas y el carácter de las relaciones de producción, de modo que el hecho de que la contradicción, larvada hasta ahora, entre el oportunismo burgués y la aristocracia obrera que dominaban la dirección política del campo popular se haya desarrollado hasta el extremo de llevar a la burguesía directamente a las instituciones, va a servir, también, de rica experiencia al proletariado, al demostrar palpablemente que ninguna de estas corrientes oportunistas, hasta ahora dominantes en el campo de los comunistas, tiene la más mínima intención de avanzar hacia la destrucción del capitalismo. La confusión que vivimos puede servir, en definitiva, para acelerar la batalla ideológica que nos permita avanzar hacia aquel objetivo de unidad entre los comunistas.»